Monday, December 26, 2016

►Vuelo Tormentoso

Alumnos viajando a sus puestos misioneros 2016
(misma avioneta en la que fuimos a Cuba)

VUELO TORMENTOSO

     Durante el verano, MOVE dio un paso grande hacia el Noroeste y aterrizó en CUBA, siempre ha estado en nuestros sueños el hacer algo por ese país encantador, y finalmente Dios nos concedió la oportunidad de llegar en nuestra avioneta.
     Vuelos aburridos
     Jeff (El piloto) siempre dice que sus vuelos favoritos son los vuelos aburridos, donde nada pasa y sólo parece detenerse el tiempo. Cielos claros, vientos de cola, y tal vez un sueñito reparador, podría ser considerado el vuelo perfecto. Pero nuestro vuelo a Cuba tuvo muy poco de eso.
     Tormenta         
     No sólo tuvimos viento contrario, sino que una tormenta se encontraba justo en medio de nuestro camino. Mientras más avanzábamos, más sentíamos las turbulencias y la lluvia arreciar. Si hubiera habido una forma mejor de llegar, la hubieramos tomado, pero no la había, la tormenta estaba por todos lados. Pronto había relámpagos, nubes oscuras, y mucha lluvia. En algunos momentos tuvimos que sujetarnos muy fuerte para no golpear el techo de la avioneta. Pensar que estás en un pedazo de metal a merced del viento, parece algo muy serio cuando eres tu él que está saltando y rebotando y no una película de suspenso en la pantalla de tu televisor.
     Vida de Oración
    No hace falta mencionar que la oración se convierte en una prioridad en momentos como este.
     Siempre me aseguro de tener un tiempo de oración diaria para caminar tranquila durante las pruebas del día, pero es increíble cuán relajada puedo ser con la oración cuando no siento necesidad de ella, y es que siempre olvido que estoy en una guerra constante, en una tormenta, al borde de la muerte. A veces necesitamos una recordadita de nuestra fragilidad, nuestra impotencia, nuestra necesidad, para que esa vida de oración cobre fuerza, sentido y eficacia.
     A salvo              
     Mientras volábamos ese día a Cuba, muchas cosas pasaron por mi mente, sabía que estaba segura, pero analizar mi vida nunca está de más. Si hoy fuera mi último día, ¿Estaría lista, satisfecha, preparada para ver a Cristo cara a cara? ¿Debería hacerme esta pregunta más seguido?


     El doctor que iba como copiloto en la avioneta, estaba tan pálido que me preocupé por su salud, Jeff se aferró del timón con todas sus fuerzas, hablaba con la torre, giraba instrumentos, pero se veía seguro de lo que hacía. Media hora después, había más calma. Pronto estuvimos en tierra… ¿Y mi vida de oración? Creo que recibió un pequeño empujón positivo. ¿Crees que tu vida espiritual necesita un empujoncito? Pues oraré para que tus tormentas sean de victoria y de triunfo.

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